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FOMENTO ESTIMULA QUE EL «PUEBLO DE MONASTERIO» PUEDA SER UN ACTOR DE DESARROLLO PARA LA COMARCA. TRITIUM AUTRIGONUM RECOGE EL CAPOTE.

En la siguiente noticia del Diario de Burgos del día 13 de febrero de 2021, se puede consultar lo referente con la elección de FOMENTO con respecto al emplazamiento de los enlaces entre la AP-1 y la N-1:

https://www.diariodeburgos.es/noticia/zf384c3ff-a7e4-cebe-0056212a32334293/proponen-2-enlaces-en-la-ap-1-en-monasterio-y-en-zuneda

«Quien desea enseñarnos una verdad no debe decírnosla, sino simplemente sugerirla con un gesto breve, un gesto que comience una trayectoria ideal en el aire a lo largo del cual nos deslizamos hasta que nos encontremos a los pies de la nueva verdad«.

JOSÉ ORTEGA Y GASSET.

La propuesta que ha realizado FOMENTO invita a que el pueblo de Monasterio pueda asumir, con responsabilidad, ser la herramienta que aúne la promoción de lo bueno que tienen todos y cada uno de los pueblos vecinos.

Desde la Asociación Vecinal se expondrá al Ayuntamiento la apremiante necesidad de que adopte una actitud más colaborativa y dinamizadora con las iniciativas que están surgiendo para el desarrollo del pueblo y de la comarca.

En su día se dejaron «escapar» las escuelas municipales y los niños de la zona se fueron. Sin embargo, hay pueblos de España en los que, hoy en día, se están volviendo a abrir:

https://www.rtve.es/rtve/20210127/pueblos-reviven-esta-semana-comando-actualidad/2069880.shtml

Es necesario dejar de esperar a que la solución a las carencias «caiga del cielo» o nos la puedan solucionar otros. Dejar de «mirarse el ombligo» y alzar la vista al cielo puede producir al principio un poco de «tortícolis» pero, a la larga, será un ejercicio muy beneficioso.

¿SERÁ NUESTRO AYUNTAMIENTO CAPAZ DE ACEPTAR EL RETO?

«La responsabilidad no se puede pensar bajo la figura de la deuda, ni cabe convertirla en un gesto reactivo. Es más bien la actitud más afirmativa que estamos en condiciones de pensar. Por lo mismo, declararse responsable no es un imperativo cuya legitimidad última derive de ningún tipo de trascendencia. Antes bien al contrario, se pretende uno de los gestos seculares por excelencia… Tal vez nunca desvarió tanto el hombre como cuando aspiró a un futuro en el que las relaciones no vinieran determinadas por la riqueza o el dominio, ni el conocimiento nublado por la superstición. O, acaso, simplemente, midió mal sus fuerzas y terminó pagando muy cara su arrogancia de enfrentarse a uno de los miedos más ancestrales de la humanidad, el miedo a hacerse cargo de las riendas de su propio destino. A declararse responsable de él, finalmente».

MANUEL CRUZ RODRÍGUEZ.